El Combate

Las balas vuelan con rapidez en Jailbroken. No tan rápido como para que el impacto sea inevitable, pero lo suficiente como para que sea mejor buscar la cobertura más cercana. Las amenazas pueden llegar desde cualquier dirección por lo que la mayoría de personajes tienen un grado de libertad de apuntado de 360º. Para evitar recibir daños, existen ciertos mecanismos de protección pasivos, como un escudo cinético, o habilidades de movimiento como el «dash» que conferirán una imunidad momentánea. Dependerá del jugador el elegir una estrategia más confrontativa o más escurridiza.

Walking, Climbing, Jumping, Flying

Hay lugares en una estación espacial que son demasiado peligrosos, a los que la tripulación sólo puede acceder de forma remota utilizando lo que llaman Remote Engineering Interfaces (REI). Estas máquinas antropomorfas, a las que los ingenieros y el personal de mantenimiento se conectan en sus estaciones de control, permiten realizar los trabajos más duros y arriesgados tanto en el interior como en el exterior de las naves espaciales. La REI está equipada con una mochila de propulsión que le permite, entre otras cosas, saltar más alto, reducir la velocidad de caída, desplazarse en el aire o «volar» en zonas de gravedad cero. La estructura de la REI hace posible trasladar objetos pesados, evitar daños por impacto, escalar obstáculos o resistir temperaturas extremas.

Las Armas

El personal entrenado tiene a su disposición un gran abanico de armas para procurar la seguridad y el orden en la estación. Las armas automáticas de baja intensidad (ametralladoras básicas, de ignición o de plasma) utilizan un tipo de munición nanométrico que tarda en consumirse, por lo que no se le presta atención durante el combate. Cada arma permite el acoplamiento de un dispositivo de disparo secundario (por ejemplo, un lanzagranadas), que suele contar con una cantidad reducida de munición. Cada arma inflige un tipo distinto de daño, que puede ser eléctrico, ígneo, corrosivo, laser o cinético (impactos). El jugador tendrá que elegir con rapidez qué arma utilizar dependiendo de las debilidades de los enemigos.

Tu Compañero

Que no cunda el pánico, no estás solo. Las estaciones espaciales están equipadas con un ejército de «asistentes», drones controlados por IAs ejecutadas en los servidores centrales que ayudan a la tripulación a optimizar sus tareas. Cada IA está equipada con unas funciones según el gremio al que esté asociada (seguridad, mantenimiento, investigación, protocolo, etc.), cuenta con unos permisos limitados y una personalidad ajustada al usuario para que darle órdenes resulte más natural e intuitivo. Para evitar problemas derivados del aprendizaje, la personalidad de cada IA es comprobada y «podada» periódicamente por el ordenador central. Un operario autorizado puede realizar actualizaciones de firmware o añadir funciones a un asistente conectándolo físicamente a un ordenador (no se permiten las modificaciones en remoto por motivos de seguridad).

Tus Enemigos

A veces el software no funciona como se esperaba y ocurren… accidentes. La mayoría de las máquinas disponen de una inteligencia muy básica, realizan su labor y atienden a comandos de voz concretos pero, al contrario que los asistentes, carecen de personalidad. Si tienes la mala suerte de toparte con un robot de seguridad confuso será mejor que corras, no parará de perseguirte hasta tiempo después de haberte perdido de vista. Algunos de ellos pueden escucharte así que, si encuentras un buen escondite, intenta no hacer demasiado ruido. En caso de que no tengas más remedio que combatir, un buen conocimiento de las debilidades del enemigo puede salvarte la vida. Algunos están acorazados, aunque no totalmente, otros pueden ser poco resistentes al calor. Recuerda que los escudos cinéticos no protegen de las llamas ni de las armas laser. Si no hay enemigos a la vista no te confíes, la propia estación podría confundirte con un intruso.

REI-ciclaje : )

La estación espacial es capaz de fabricar sus propios REIs reciclando chatarra proveniente de recambios usados, basura espacial u otros REIs averiados. Normalmente, son los robots de mantenimiento los que recogen los materiales inservibles y los envían a los almacenes de la nave para que sean convertidos en piezas, y estas sean distribuidas a los puestos de fabricación llamados «ensambladores» o «forjas». Un ingeniero mecánico puede introducir un diseño en el ordenador del ensamblador y, automáticamente, el sistema enviará todo aquello que necesita para construir el objeto. Existe un modelo estándar de REI, equipado con mochila propulsora y herramientas como un soldador, pero el diseño original puede modificarse para añadir habilidades extra, como un mejor blindaje o una mayor capacidad de almacenamiento, a cambio de emplear más materiales. En caso de que no haya suficiente materia prima para tales mejoras, el jugador tendrá que elegir sabiamente cuáles merecen más la pena para la misión actual. Otra opción es salir a por más chatarra, que puede encontrarse flotando por el espacio, en cajas esparcidas por la estación o arrancándola de robots mediante la fuerza bruta.

Agujereado, Aplastado, Calcinado o Volado por los aires

Las REI se inventaron para evitar bajas humanas. Alguien que controla una REI podrá sentir mareo, como mucho, en caso de que el avatar mecánico sea destrozado. Cuando eso ocurra, toda la chatarra que llevase consigo quedará esparcida por el suelo. Si portaba datos de algún tipo en su memoria secundaria, como un diseño de fabricación, serán inaccesibles. Habrá que crear una nueva REI e ir de nuevo a la fuente de donde esos datos fueron descargados. La total destrucción de la REI difícilmente ocurrirá por sorpresa, en Jailbroken no hay muerte instantánea ni daño por caída. Existen ensambladores por toda la estación espacial para poder responder de forma inmediata a las necesidades de todos los módulos, evitando los problemas de transporte de maquinaria de unas áreas a otras.

La Historia

La historia de Jailbroken servirá de guía para que el jugador sepa hacia dónde debería dirigirse, aunque puede dedicarse a explorar sin más hasta llegar a donde necesita para hacer avanzar la trama. Si bien ciertos acontecimientos ligados a la historia principal son necesarios para abrir algunos caminos, aquellos jugadores interesados únicamente en la jugabilidad podrán saltar e ignorar los diálogos por completo.

Silicon Heart es un pequeño estudio español fundado en 2020 por Alejandro Villalba, un programador con más de 15 años de experiencia, 7 de ellos haciendo juegos (2 publicados, 1 fallido), especializado en C++/OpenGL/GLSL y C#/Unity.